Hace pocos dias ocurrio un hecho delictivo que conmovio a la opinion publica: el cruel asesinato a un colaborador de Susana Gimenez en el Partido de la Matanza.
El hecho de que la victima fuese el florista de la mujer mas emblematica de la Argentina sirvio para que el caso tomara dimensiones extraordinarias, tanto es asi que la misma diva rompio el silencio de sus vacaciones para referirse al tema la brutal muerte de su allegado.
Con poco maquillaje y a las apuradas dio una conferencia de prensa donde se explayo sobre la tragedia de su amigo y colaborador con una violencia tipica de esos momentos de ira cuando el dolor sobrepaso nuestra capacidad de entendimiento.
Fue asi como la mujer mas popular de la Argentina hizo un comentario tambien muy tipico de oir de otras muchas señoras mayores como Susana que viven preocupadas y atemorizadas por la inseguridad.
La diva dijo textualmente el que mata tiene que morir, frase suficiente para reavivar el debate sobre la pena de muerte en la Argentina, que casi como siempre ocupa los primerios planos unos dias y luego se diluye como si nada.
Lo cierto es que cuando las discuciones sobre lo que hay que hacer ne la vida nacional toman estas dimensiones tan exageradas el resultado termina siendo el peor, o sea, el no hacer nada.
El ejemplo de lo que sucede a nivel seguridad es clarisimo: mientras se discute si se tiene que adoptar la pena de muerte por un costado del ser social, por el otro se destacan las voces de los que se openen casi con el mismop fanatismo, lo grave del asunto es que como siempre que las discuciones se tornan tan extremas no se pueden ver los grises que existen, que nos guste o no, los hay.
Entre tanto tironear el ego para tener razon poco se habla de politicas serias de como realizar un conjunto de normativas pensando en el futuro donde se contemple tanto la educacion, la contencion escolar, como la prevencion del delito y la lucha seria contra las drogas, mientras se ocupan horas en los medios con este tipo de discusiones demodè, por debajo un rio de cosas irresueltas siguen ahi, y es ahi donde personas con ideas muy basicas y bastante simplonas toman la voz y voto del sentir popular, entonces es ahi donde Susana parece que es el Churchil argentino de 2000, y esto es sencillamente, penoso.
Quien sera nuestro proximo guru politico?
Cumbio?
Asi estamos.
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